miércoles, 18 de junio de 2008

Futurología

Vamos a utilizar como excusa un artículo pobre de toda pobreza de la versión on line de Infobae, pomposamente titulado "Los pasos que tendrá que cumplir la iniciativa oficial", para hacer algo de futurología respecto del proyecto de las retenciones.
¿Por qué el artículo es pobre? Para empezar, habla de los pasos a cumplir, pero sólo considera lo que puede pasar en Diputados. En segundo lugar, dice que "podría" haber un dictamen conjunto, pero DEBE haber un dictamen conjunto. Que se reúnan es otra cuestión. En realidad, es lo que formalmente corresponde. Según el artículo 102 del Reglamento de la HCD, si bien se puede analizar el proyecto por separado, "el anteproyecto deberá ser sometido al despacho en pleno de las comisiones a que haya sido destinado el asunto". En la práctica, los proyectos suelen ser considerados por separado y se dictaminan por separado. Cada vez más, las reuniones conjuntas de comisiones son una especie de ficción aceptada por todos los bloques, oficialistas y no oficialistas.
Lo más probable es que la o las reuniones conjuntas de las comisiones de Agricultura y Ganadería y de Presupuesto y Hacienda se hagan efectivamente.
Tal vez el único dato interesante de la nota sea el hecho de que los presidentes de ambas comisiones sean de las provincias díscolas en este drama. Como dijimos ayer, son ellos los que suelen decidir cuándo citar a las reuniones. Es de suponer que si no lo hacen rápidamente, venga De Angeli a pasarles con una cosechadora por encima, y atrás A. Fernández con el Audi.
Respecto del proyecto, era obvio que la propuesta del Poder Ejecutivo debía ser la ratificación de sus decisiones. Esa es la posición de máxima del gobierno. Cualquier otra cosa, se convertiría en eso mismo automáticamente. De ahí a suponer que el voto va a ser sólo por el sí o por el no, todavía hay un trecho.
Por supuesto que ya se empieza a agitar la imagen del Congreso como escribanía, imagen discutida por el Criador y por Arballo. Uno podría preguntarse por qué no puede haber 129 buenos argumentos en Diputados y 42 en el Senado para votar por el sí; por qué no se podría, luego de escuchar a todos los involucrados, responder de 129+42 formas distintas para votar por el sí y no por ello convertir a estos legisladores en lamebotas.
Se abre la famosa instancia de diálogo que ambas partes declamaron desear. Nada impide ratificar la decisión del Poder Ejecutivo o, como señala Gargarella, introducirles cambios. ¿Hablarán?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Doctor, las reuniones conjuntas no son ninguna ficción. Se encuentran profusamente documentadas en las publicaciones de esta H. Cámara. Debo rechazar de lleno la sugerencia que pueda existir alguna divergencia en el proceder respecto a las prescripciones del Reglamento, so pena de ilegalidad manifiesta de las decisiones adoptadas.

Unknown dijo...

Disculpeme Licenciado el haber ofendido sus novedosos pruritos formales.