"Más allá del proyecto de éste, o del proyecto de otro y de posibles acuerdos, las dos posiciones centrales que están en juego son la ratificación o el rechazo de la resolución 125", planteó la líder de la Coalición Cívica.
"Obviamente va a haber proyectos alternativos, supongamos que Solá presenta el propio", concedió la ex diputada. "Pero la primera votación será la del proyecto que se trata en el recinto, que es el del oficialismo, y ese proyecto ratifica [la resolución] 125", explicó en declaraciones a radio Mitre.
En este contexto, Carrió dudó que un proyecto alternativo que contemple la liminación del esquema de retenciones móviles logre prosperar en la Cámara de Diputados. "No. Eso es imposible. Sería imposible de digerir para los diputados kirchneristas. Además, [el ex presidente Néstor] Kirchner dice hay que jugar a la ratificación de la resolución. Así va a ser, no hay otra alternativa, a favor o en contra", concluyó.
Las diferencias son obvias. Más allá de las presiones y posiciones políticas, de los deseos del oficialismo para que se acepte su proyecto tal y como lo envió, son casi nulos los límites que tienen las comisiones para introducir modificaciones en los proyectos que tienen bajo análisis y no tienen ninguna obligación de votar negativamente un proyecto para recién ponerse a considerar iniciativas alternativas. Sin intención de defender a la verborrágica líder de su sector, es una síntesis desafortunada de lo dicho por Carrió hacerlo aparecer como que hay una instancia formal de aceptación o rechazo del proyecto oficial. Pareciera que todos están jugando un juego bastante peligroso: el oficialismo "oficial" sigue tensando la cuerda con una iniciativa que pareciera ser políticamente poco viable; y la oposición tirando de esa misma cuerda exactamente en sentido contrario, ya que su proyecto "alternativo" es, simplemente, volver todo a la situación previa a la resolución 125. En el medio, ¿habrá algo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario