martes, 13 de abril de 2010

Una verdadera simpleza

Que se le dé importancia en Infobae, no debería sorprender. Que se le dé importancia en La Nación, ya es un poco más criticable, pero a esta altura de su conflicto con el gobierno, su filtro tiene una tolerancia grandísima. Pero que le dé importancia en Parlamentario.com es ya imposible de creer. El Congreso, ¿es una escuela, un hospital o una casa de comidas rápidas? Los diputados y senadores, ¿son empleados en relación de dependencia de sus respectivas cámaras? El Presidente del Senado, ¿es el gerente general de una fábrica? ¿Tiene a su cargo el control del ausentismo? ¿Lo va a hacer siempre y en todos los casos?
Ya es grave que un político utilice argumentos de semejante simpleza, pero que un medio hipotéticamente especializado las reproduzca sin un mínimo comentario o matiz parecer ser indicativo de la baja calidad de sus informaciones y análisis.
Después de más de veinticinco años de funcionamiento ininterrumpido del Congreso, este tipo de argumentaciones deberían ser ampliamente descalificadas e inmediatamente desestimadas en la búsqueda de un estudio serio de la institución parlamentaria y de la dinámica política que la sustenta.
El dar o no dar quórum es un mecanismo más (pero de vida relativamente corta) para poder forzar a un diálogo, a un consenso esquivo. Quien recurra a la fuerza para conseguirlo no hace más que demostrar que le interesa bien poco las opiniones de los forzados, sólo quiere decidir. Y también podría ser lo contrario, si es que a quienes pretenden sesionar no se les atiende el teléfono, por decirlo de algún modo.
Hace tiempo que está claro que en el recinto de un órgano parlamentario no se discute, no se debate, no se negocia: se declama. La discusión, el debate, la negociación se producen en otros ámbitos, lejos de las cámaras y de los micrófonos, no porque sean secretas, sino porque hay etapas de esos intercambios en las que es necesario despojarse de actitudes mediáticas en las que todo parece ser “cuestión de principios” para poder explorar las zonas de interés común.

8 comentarios:

Andy Tow dijo...

En un todo de acuerdo, doctor. El derecho a negarse a hacer algo es esencial a la actividad política, en particular la legislativa. En general, si una persona no se puede negar a prestar colaboración para que algo con lo que no está de acuerdo se concrete, claramente se está violentando su voluntad y conciencia.

A mí me parece que algunos opositores están buscando un 18 Brumario.

Unknown dijo...

Bienvenido Tow, una vez más. Le agradezco el comentario. De su parte final, me preocupa pensar quién podría querer ser El Emperador...

Piedra Pome dijo...

Amigo: no estoy de acuerdo con este post por dos motivos. El primero y principal es criticar a los medios que cuentan la información. Podemos estar absolutamente en contra de la medida de descontar el sueldo; en ese caso habrá que hacer un editorial o una columna de opinión criticándola. pero lo que no se puede hacer es ignorar una voz del conflicto.

Segundo, creo que el uso de la válida herramienta de no dar quórum debe encontrar sus límites. Pero eso ya es más discutible. Dejo esta columnita por si les interesa http://piedrapome.wordpress.com/2010/04/16/quorum-mi-columna-en-def-de-abril/

Unknown dijo...

Estimado Piedra Pome, gracias por el comentario y la sugerencia.
Mi problema con los medios es que habitualmente no se ahorran los descalificativos cuando "informan" sobre las actividades del Congreso y de sus integrantes. Y no sólo en editoriales o en columnas de opinión, sino en aquellas que se supone están reflejando neutralmente la realidad (cosa que ya aprendimos que jamás se hace): pequeñas ironías, decir que algo o alguien es "polémico" sin explicar por qué, hablar de la "tropa" cuando se refiere a alguno de los bloques (¿notó que no se dice "la tropa opositora"?), y muchos otros etcéteras.
En este caso el Vicepresidente de la Nación comete el simplericidio de comparar al Congreso con un hospital o una fábrica cualquiera, y no sólo no se dice ni se agrega nada, sino que se lo pone en los titulares de la noticia. Y no me diga que es para demostrar lo limitado que es...

Princesa Sukimuki dijo...

Hola!!! Por no leer tu post, recién puse uno parecido en mi blog. Comparto plenamente tu comentario, el congreso no es una fábrica.

buen finde!!
besos

Unknown dijo...

Gracias, Princesa. La culpa es mía por escribir tan de vez en cuando.

Andy Tow dijo...

Doctor, primero fue el consulado. Luego, el imperio.

Piedra Pome dijo...

Es cierto que los medios reflejan más las falencias del Congreso que sus virtudes (cuando las hay).

Pero esto tiene que ver con el propio desconocimiento de los periodistas de la tarea parlamentaria (que verdaderamente es muy compleja) y también con la incapacidad de los legisladores de comunicar lo que hacen.

En este sentido, creo que se ha hecho mucho en el último tiempo para tirar abajo el rol del Congreso. Decir que nuestro país es "presidencialista" y que por eso el Congreso no tiene ni que opinar sobre la gestión de gobierno, me parece uno de esos aportes.

Saludos a todos