Todos los años las cámaras del Congreso eligen a su mesa directiva: Presidente y vices (Presidente Provisional, en el caso del Senado). Hablar de “mesa directiva” es un poco exagerado porque la única atribución de los vicepresidentes es reemplazar al Presidente en caso de ausencia. En la Cámara de Diputados, junto a los presidentes de los bloques y el Presidente del Cuerpo, integran también la Comisión de Labor Parlamentaria, que es la encargada de formular el temario de cada sesión.
En definitiva, los vicepresidentes de las cámaras tendrán las tareas que su propio peso político le permitan, porque formalmente son bastante pocas.
La edad de la inocencia terminó hace tiempo. La edad de creer en un sistema de separación de poderes absoluto, sin ningún tipo de influencia entre unos y otros tal vez ni siquiera haya empezado.
A nadie puede sorprender que los bloques oficialistas de las cámaras estén en consulta permanente con el Poder Ejecutivo. Del mismo modo que los bloques no oficialistas construyen sus decisiones junto con las autoridades de cada partido, en caso de pertenecer a uno más o menos estructurado. “Consulta” no es lo mismo que sumisión, obvio es decirlo. Y los señalados no son los únicos ámbitos a los que los legisladores recurren para adoptar sus posturas: gobernadores, grupos de interés, ONGs, sindicatos, cámaras empresarias, etc., etc., etc. Esto es justamente lo que hace un mecanismo de deliberaciones.
La Nación de hoy va un poco más allá. Directamente afirma que es el Poder Ejecutivo el que arma la mesa directiva del Senado (¿por qué no la de Diputados?). Si es verdad que los cargos de vicepresidente tienen una relevancia relativa, ¿ameritan una reunión del Presidente del bloque oficialista con la Presidenta de la Nación para definirlos? Es posible que tengan algunos temas algo más importantes para tratar…
El artículo arma una comedia de enredos: una senadora por Santa Cruz que iba a ocupar un cargo (¿por decisión de quién?), quien es aparentemente resistida por el bloque; un senador con un acto de rebeldía, pero maquiavélico al “permitir” a una colega de provincia y bancada votar en sentido contrario, lo que le permite acceder al “premio” de una vicepresidencia dejada vacante por un rebelde-rebelde. En fin, parecen datos aislados que se los junta y se los arma para cerrar en una historia propia de cortesanos, lo que, casualmente, es coincidente con la línea editorial del diario. Así estamos.
6 comentarios:
Creo que estos manejos, que creo ciertos, es lo que hace al desprestigio de la política. Los ciudadanos no nos metemos en esos detalles, pero a la corta o larga salen a relucir sus consecuencias. La suma de todo es lo que provoca la despolitizción, o peor aún, la búsqueda de prebendas, de mucho pueblo argentino.
mala praxis. Intercambio comentarios con ARGENTIDEAS.blogspot, horacio
Una vez un profesor de la facultad me preguntó si había torturado a los datos para q dijeran lo q yo quería escuchar o si los datos habían hablado solos. A la prensa muchas veces habría q hacerle la misma pregunta
Besos!
Horacio, no sé a qué se refiere con lo de "manejos". Cuando se definen los cargos en las cámaras, vicepresidencias y las de las comisiones, primero se determina cuántos de estos les corresponden a cada bloque. Después se ponen los nombres. Si Romero (o Reutemann) ocupan un lugar PORQUE estaban en el FPV, y ahora no están, es una consecuencia lógica que se elija a otro legislador.
Princesa: la frase es para adoptar. ¡Gracias!
Hola RicRov,
Me refiero que el Ejecutivo debe maniobrar para mantener un gran poder sobre el legislativo, lo cual no responde al espíritu de la República ni a lo que dicta nuestra Constirución. Creo que debemos volver a la independencia de los poderes.
Horacio,
A nadie le puede caber ninguna duda, y a Romero en primer lugar, que se iba a elegir otro vicepresidente.
Vamos a suponer que de verdad estaba en la agenda de la reunión de Pichetto con CFK la cuestión de la vicepresidencia. Significaría que este espacio tiene una gran importancia. Cosa que está bastante alejado de la realidad. El Poder Ejecutivo, de acuerdo a como lo veo, no puede ejercer ningún poder sobre el Legislativo a través de un vicepresidente.
Y tampoco estoy de acuerdo con que haya "manejos". Se elige un senador del bloque de la mayoría, y nada más.
Gracias por su comentario.
Soy de los que creen que la realidad y los comportamientos deben coincidir lo mejor que se pueda con los leyes. En la medida que se consiga esa condición indica un país serio y maduro. Argentideas.
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